martes, 22 de febrero de 2022

PALO BORRACHO - CEIBA SPECIOSA

 

Hola Bonsaistas.

Siguiendo con la serie sobre las especies mas comunes en Bonsái, vamos a hablar hoy del comúnmente llamado Palo Borracho.

Chorisia speciosa A. St.-Hil. 1828 = Ceiba speciosa Rabean 1998            
 
Otros nombres: yucan, samohú, samuhá, copadalick, mandiyú-rá, mandiyá, palo borracho rosado, palo rosado, palo borracho de flor rosada, algodón, algodonero, palo botella, palo barrigudo, árbol de la painera, painera de Corrientes, painero, peinera, árbol botella, árbol de lana, toborochi, toborochi rosado, paina de seda, árvore de lá, paineria fémea, lupuna, ávore de paina, barriga dágua, bomba dágua, paineria branca, paineira de espinho, árbol de la seda, ceiba de Brasil, kapoc.

Recientemente han aparecido algunos artículos sobre el cambio de nombre científico de esta especie, de Chorisia speciosa por el de Ceiba speciosa.
Yo hasta que no se confirme este cambio lo dejo así escrito el nombre, aunque creo que todo el mundo lo llama por su forma local, en nuestro caso Palo Borracho.
 
Dicho esto, el género Chorisia pertenece a la familia de las Bombacaceae, compuesta por unos 20-30 géneros y unas 200-250 especies, cuyo hábitat son los bosques cálidos y secos de clima tropical o subtropical, que dependen de las lluvias estacionales, perdiendo sus hojas durante la época seca y reverdeciendo durante las época de lluvias.
  
Las principales características de los árboles de la familia Bombacaceae suelen ser:

tamaño muy grande,

tronco abultado,

de madera ligera y blanda,

con flores grandes.

Las especies más conocidas de esta familia son:

Los Baobabs, género Adansonia.

La Ceibas, árbol sagrado de los Mayas, género Ceiba.

La Balsa, género Ochroma lagopus, cuya densidad es una de las más bajas, produciendo una madera muy ligera conocida como madera de balsa, muy utilizada en aeromodelismo.

El Palo Borracho, género Chorisia.

El origen del género Chorisia se encuentra en América: Argentina, Paraguay, Brasil, Bolivia y Perú, y su hábitat son las zonas tropicales y subtropicales de los bosques húmedos, siendo semi-caducifolios.
 
Las dos especies básicas de este género son:

Chorisia speciosa A. St.-Hil.
Chorisia insignis H. B. K. 

Básicamente el aspecto de la insignis es igual que el de la speciosa, lo que provoca que en muchas ocasiones se confundan y se usen inadecuadamente los nombres científicos, incluso ambas pueden llegar a hibridarse, aunque básicamente la insignis se diferencia de la speciosa en:
una menor altura, aunque puede alcanzar a la de la speciosa,
y adquiere una forma de botella más pronunciada,
puede llegar a tener menor número de foliolos, de 3 a 7,
flores más grandes, de color blanco, amarillo o blanco-cremoso en vez de rosas.
El género Chorisia  es muy utilizado como árbol ornamental en parques y jardines, siendo considerado como uno de los árboles más bellos.
 
Como ya hemos dicho, en esta ocasión vamos a tratar de profundizar en el palo borracho, Chorisia speciosa, y en su cultivo como bonsai, ideal para principiantes porque es fácil de conseguir desde semillas, crece rápido y prácticamente lo resiste todo: falta de agua, podas y defoliaciones inadecuadas, casi no le afectan las plagas o enfermedades, etc, y si fuera poco podemos recuperarlo, yamadori, con pocas raíces que las emite fácil y rápido.
 
El palo borracho es un árbol caduco, resistente a la sequía, de crecimiento rápido y que puede llegar a medir más de 25 metros en su hábitat natural, nordeste de Argentina, Paraguay y Brasil meridional.

 


Posee un tronco abultado lleno de espinas cónicas y gruesas, que puede llegar a medir hasta 2 metros de diámetro, generalmente en el tercio inferior, recordando la forma de una enorme botella, que le sirve para almacenar agua y resistir varios meses de sequía, siendo capaz de almacenar el rocío que cae por sus ramas.
 
Cuando es joven, su corteza es lisa y verdosa, llegando a ser verde grisácea cambiando a rugosa y agrietada cuando es vieja. 
Es de color verde porque contiene clorofila y es capaz de realizar la función clorofílica cuando le faltan las hojas en la época seca.
 
Generalmente posee un solo tronco, pero si por alguna razón su tronco se seca, por ejemplo, debido a temperaturas demasiado frías, la base del tronco emite nuevos brotes que pueden originar varios troncos.
  
Sus ramas son más o menos horizontales y también espinosas, con hojas palmeadas, alternas y compuestas por 5, 6 o 7 hojuelas, folíolos, alargadas y lanceoladas, que se caen durante el período seco y están provistas de un largo pecíolo.
  
Florece entre la primavera y el verano e incluso el otoño, dependiendo de cada ejemplar, pues existen ejemplares precoces y otros tardíos, que hacen que la floración de esta especie sea un tanto caprichosa, siguiendo un ritmo imprevisible, llegando a florecer antes de la aparición de las hojas o después de su caída.
 
Sus flores son de color rosado o lila hacia el exterior y crema o blanco en el interior, con alguna pintas rojas, grandes y con el cáliz en forma de campana, muy llamativas, hermafroditas, con 5 pétalos y 5 estambres. 
Recuerdan a la flor de un hibisco. 
El néctar de sus flores sirve de alimento a los colibríes.
 
Los frutos son cápsulas leñosas y alargadas de color pardo verdoso con numerosas semillas, de color negro, envueltas en una fibra que recuerda al algodón o paina, y del tamaño de porotos que se dispersan con facilidad mediante la acción del viento. 
No son comestibles para el hombre, pero cuando están tiernas son consumidas por algunos pájaros como las cotorras.
 
Generalmente el atractivo más valorado entre los aficionados son sus enormes raíces con las que se puede lograr un estilo neagari, raíces descubiertas,  ya que es difícil conseguir flores y una ramificación abundante y, por tanto, reducir el tamaño de la hoja, lo que le hace inadecuado para otros estilos.
 
Situación:
 
Debido a su origen subtropical, es un árbol al que no le gustan las heladas ni las bajas temperaturas, por lo que en invierno hay que protegerlo del frío, bajo techo es suficiente, con mucha luz, aunque puede resistir alguna pequeña helada esporádica y poco intensa, -1º C, pero a costa de perder todas las hojas.
 
Durante el resto del año su situación debería ser a pleno sol, consiguiendo así que recupere su color verde y un crecimiento de los tallos y hojas a un tamaño más adecuado a su cultivo como bonsai.
 
En cualquier caso, hay que evitar las exposiciones prolongadas a pleno sol después del trasplante, etapa durante la cual deberá situarse en un lugar muy bien iluminado pero sin sol directo.
 
Riego y abono:

Los riegos deben ser a fondo hasta que salga agua por los agujeros de drenaje y cuando la superficie de la tierra comienza a secarse.
 
No obstante,  es un árbol resistente a la sequía y aconsejo dejar secar el sustrato entre riego y riego, lo que facilita la aparición de su abultamiento característico en el tronco dándole forma de botella, siempre y cuando su origen haya sido de una semilla, es decir, que este truco no suele funcionar con un esqueje. 
Esto se debe a que en la naturaleza, cuanto más lejos se encuentre del agua, más desarrollará su tronco. 
El problema de esta técnica es que podemos llegar a perder las hojas debido a que este es su comportamiento en la naturaleza cuando llega la estación seca.
 
Otro truco para conseguir el abultamiento de su tronco consiste en pinchar con una aguja la zona que deseamos ensanchar.
 
En cualquier caso, por su biología adaptada a resistir la sequía no conviene encharcar el suelo ni mantenerle en contacto permanente con agua.
  
Abonar con frecuencia con un abono orgánico de calidad, especialmente durante la época de crecimiento vigoroso, primavera y otoño; y reducir el abono en las épocas en las que detiene su crecimiento, invierno y épocas de máximo calor.
 
Nunca debemos abonar un árbol trasplantado, hay que esperar a que brote.


Trasplante:

Cada 2 o 3 años antes de la primavera.
Durante el trasplante conviene sacar bien cualquier parte de raíces podridas.
 
No es obligatorio, pero si utilizamos hormonas de enraizamiento con fungicida, facilitamos el éxito del trasplante.
Es un árbol poco exigente con el suelo, pero una buena mezcla de sustrato para el palo borracho podría ser un 33% de arena gruesa o material equivalente como pedregullín, y 66% de mantillo u otro sustrato orgánico.
 
Como ya hemos dicho, conviene proteger el árbol después del trasplante durante un par de meses, situándolo en un lugar muy bien iluminado pero evitando las exposición directa al sol.
 
Poda:

Debido a su vigor, se puede podar en cualquier época del año, aunque es aconsejable una poda drástica en invierno para conseguir nuevos brotes en primavera.
 
Como ya hemos dicho es muy difícil conseguir ramas, aunque esto en si mismo es un reto suficiente que para algunos aficionados justifique su cultivo, por tanto hay que tener una buena dosis de paciencia e insistir con los pinzados sistemáticos.
 
Un método para provocar la ramificación consiste en, una vez alcanzada la longitud deseada, cortar la yema apical y defoliar todas las hojas.
 
Algunos recomiendan, antes de pinzar o podar, dejar crecer en exceso las ramas principales, ya que, con mucha suerte, sólo se conseguirán dos nuevas ramas que tendrán grandes dificultades para crecer a la vez debido a que una de las dos será muy débil.
 
Hay que podar las raíces durante el trasplante pero sin cortar demasiadas raíces finas para permitir que pueda recuperarlas durante el invierno. 
También hay que aprovechar a podar las ramas no deseadas.
 
Es recomendable que entre la poda de ramas y el trasplante exista un intervalo mínimo de tiempo para no acumular demasiadas operaciones agresivas a la vez, por ejemplo, 3 semanas.
 
Por último, recordar que la poda solo se deben realizar si el árbol está sano.
 
Alambrado:

La colocación de ramas mediante el alambrado puede realizarse entre la primavera y el verano, siendo recomendable no regar el día anterior al alambrado. 
 
Hay que tener cuidado con esta operación ya que su corteza es muy fácil de dañar y sus ramas blandas y fibrosas. 
Conviene vigilar que no se marque debido a que sus ramas engordan muy rápidamente.
 
Siempre que sea posible es aconsejable utilizar otras técnicas para modelar la copa. 
Por ejemplo, como sus ramas tienen una fuerte tendencia a crecer rectas y hacia arriba, una forma menos agresiva que el alambrado para abrir las ramas y formar la copa es utilizar tensores. 
  
Enfermedades y parásitos más comunes:
 
Es bastante resistente a las enfermedades, no obstante hay que tener especial cuidado con:
 
Frío: 
como ya hemos dicho es muy sensible al frío, provocando que se caigan las hojas o se sequen sus ramas y la muerte del tronco hasta la base de la raíz. 
La forma de actuar es evitar el frío y las bajas temperaturas.

Cochinilla: 
insecto chupador de savia de forma plana.

Pulgón: 
como la cochinilla, es un insecto chupador de savia, de unos 3 mm de longitud y agrupado sobre los brotes tiernos y en colonias muy densas protegidas por hormigas que recogen el rocío meloso que secretan éstos.

Araña roja: 
ataca sobre todo en ambientes mal ventilados o de interior, con ambiente seco y caluroso, lo que termina produciendo un debilitamiento progresivo.
En cualquier caso, debemos recordar que si necesitamos emplear algún tratamiento fitosanitario, éste debe ser específico contra la plaga o enfermedad y constante en el tiempo hasta eliminarla completamente.

Reproducción:

Semilla: 
el palo borracho es una especie muy fácil de reproducir mediante semilla, tan sólo hay que sembrar directamente en el suelo sin tratamiento previo. 
El éxito en invernaderos comerciales es del 65% de germinaciones después de unos 20 días.
No obstante, si queremos asegurar y acelerar la germinación podemos romper la dormancia sumergiendo las semillas en agua fría durante 24/48 horas antes de sembrarlas. 
Otra alternativa podría ser lijar un poco la cáscara de la semilla.
El poder germinativo de sus semillas se conserva durante más de 5 meses.

Esqueje: 
hay que utilizar esquejes lignificados. 
Mediante este sistema será más difícil conseguir el abultamiento característico de su tronco.

Curiosidades:

El nombre del género Chorisia proviene de un artista de origen ruso, llamado Ludwing Choris (1795-1828), que viajó con varias expediciones de naturalistas por Sudamérica y Europa.
El término speciosa significa bella, debido a la belleza de sus flores.
La fibra algodonosa que envuelve a las semillas se han usado como relleno de almohadas, cojines, colchones, salvavidas, etc. y también como aislante térmico y acústico. 
En algunos países de Sudamérica, también se usa como combustible o impregnada en grasa para fabricar velas.
Su madera se utiliza para construir embalajes, canoas, pasta de papel, sogas para sujetar animales y algunos recipientes indígenas para amasar harina. 


También sirve para yesca, moldes, etc. 
De sus semillas se extrae aceite de uso comestible e industrial.
Es un árbol muy apreciado en Argentina e incluso se le considera un símbolo.
En Bolivia este árbol está ligado a su vida religiosa, pues la tradición cuenta que la Virgen de Cotoca se apareció en un toborochi, nombre boliviano con el que se conoce al palo borracho.

Algunas tribus de la zona del río Pilcomayo lo llaman mujer o  madre pegada a la tierra porque para ellos representa el cuerpo de una mujer que se va transformando a lo largo de la vida.
Una leyenda de esta misma zona cuenta que en una antigua tribu de la selva había una joven muy hermosa se enamoró de un gran guerrero. 
El guerrero la correspondió con su amor y ambos se enamoraron profundamente, pero un día él tuvo que partir a la guerra, dejándola sola y prometiéndose amor eterno el uno al otro. 
Pasó mucho tiempo y los guerreros jamás volvieron. 
Perdido su amor, la joven cerró su corazón herido a cualquier otro pretendiente y una tarde se internó en la selva para morir. Más tarde unos cazadores la encontraron muerta entre los yuyales, pero al querer alzar su cuerpo para llevarla al poblado, notaron asombrados que de sus brazos comenzaron a crecer ramas, que su cabeza se doblaba hacia el tronco y que sus dedos florecieron con flores blancas que se teñían de rosa por la sangre derramada de su amado guerrero.

Otra leyenda dice que en el tronco de un enorme palo borracho vivía el padre de todos los peces y para que a las tribus indígenas no les faltara alimento, todas las noches llenaba de agua y peces su tronco para que durante el día salieran del árbol y bajaran a los ríos del bosque. 
Un día, uno de los indígenas decidió cazarlo y comérselo. 
Al matarlo, éste con su potente cola azotó a todos los palo borracho del bosque, derramando todo el agua sobre el llano y dejando sin peces a los indígenas. 
A partir de ese momento todas las tribus se dispersaron y tuvieron que buscar el alimento y hasta hacer la guerra entre ellos para conseguirlo. 


El padre de todos los peces desde el fondo de la Tierra asoma de vez en cuando mostrando su gigantesca lengua de siete colores que cubre el cielo, el arco iris, tratando de que los indígenas abandonen sus luchas.
Fernando Gatto

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