domingo, 16 de enero de 2022

SISTEMA DE RIEGO PARA PEQUEÑOS ESPACIOS


Hola Bonsaistas.


En esta oportunidad vamos a explicar cómo se puede realizar un sistema de riego para balcón o espacios reducidos.

Cabe aclarar que este documento es meramente orientativo, dicho todo esto, ¡manos a la obra!



Descripción del sistema:


El sistema de riego contará de los siguientes elementos:


  • Fuente de agua

  • Bomba para impulsión (opcional)

  • Automatización

  • Conducciones


A continuación entraremos más en detalle en cada uno de los aspectos del sistema.


Fuente de agua:


Para comenzar debemos localizar cuál va a ser nuestra fuente de agua para el riego, las cuales pueden ser:


  • Canilla de agua corriente/potable

  • Tanque/Reserva de agua de lluvia


Dependiendo de nuestra situación vamos a tener una u otra fuente, si bien es posible tener ambas en único sistema, el mismo se vuelve más complicado ya que hay que agregar más elementos para que funcione correctamente.

Sin embargo, es posible tener ambas fuentes en tu hogar y cada una con un sistema de riego independiente.


Hay que tener en cuenta siempre la calidad del agua con la que contamos, ya que es fundamental para la supervivencia de nuestros árboles.

Para ello podemos realizar exámenes en laboratorios especializados y contar con alguna orientación en cuanto a la calidad necesaria.
Pueden agregarse al sistema diferentes elementos como filtros, purificadores, etc. con tal de mejorar la calidad del agua para riego.


De utilizar un tanque, es necesario tener en cuenta el volumen del mismo, ya que la cantidad de agua que pueda almacenar será la que utilizaremos para regar nuestras plantas.

No podemos pensar en utilizar un bidón de 6 litros para regar todas nuestras macetas.

Se recomienda utilizar tarrinas entre 60 y 200 litros dependiendo de la cantidad de árboles que vayamos a regar, siempre teniendo presente que en verano es cuando más agua se va a utilizar.

Otro aspecto a tener en cuenta es qué tan seguido se va a rellenar el tanque, ¡nunca te quedes sin agua!


Bomba para impulsión:


Una vez que hayamos definido la fuente, tendremos que identificar la necesidad de colocar una bomba que impulse el agua a través de las conducciones hacia nuestras plantas.


Si nuestra fuente es un tanque o una reserva de agua, es inevitable la utilización de una bomba, de lo contrario, el agua no tendrá la energía suficiente para llegar hacia nuestras plantas, este concepto se conoce como “carga hidráulica”.

En el caso opuesto, si tenemos una canilla para abastecer de agua a nuestras plantas, la necesidad de una bomba depende de la cantidad de plantas que necesitemos regar y de la carga hidráulica que contamos en nuestra canilla.

 

A modo de ejemplo, si nuestra canilla está abierta al máximo y vemos que no tiene mucha “presión” o “fuerza”, lo más seguro es que tengamos que utilizar una bomba para darle más energía. Este caso suele ser el más habitual si vivimos en un edificio de pocos pisos.

Cabe aclarar que según la normativa uruguaya, es ilegal presurizar la red de agua potable, por lo que dependiendo del caso será necesario incluir un tanque de reserva para poder conectar la bomba.

En este caso, se recomienda el asesoramiento de un ingeniero civil especializado en el tema.


Ya sabiendo que necesitamos una bomba para nuestro sistema, debemos elegir el modelo adecuado.

Para esto se utilizan fórmulas y cálculos teóricos para determinar las necesidades del sistema y a partir de ellas, elegir la mejor opción.

No vamos a entrar en detalle en este aspecto, ya que para un riego de balcón o espacios reducidos seguramente la bomba más chica del mercado no sea la mejor opción pudiendo presurizar en exceso nuestras conducciones y tener demasiadas pérdidas, además del costo elevado del equipo y dificultad de instalación. 


Para un sistema de riego de balcón, una bomba como la del desagüe de un lavarropas es la mejor opción.

La instalación es muy sencilla, basta con armar una caseta de madera a medida o plástico y ajustarla a una de las paredes.

Será necesario conectarla a la corriente eléctrica para que funcione. 



Automatización:


Para automatizar nuestro sistema tenemos varias opciones. Existen en el mercado una gran cantidad de dispositivos que permiten controlar el suministro de agua para el riego.


En caso de contar con una canilla de agua corriente se le puede conectar uno de estos dispositivos a la boquilla y programar de forma sencilla el inicio del riego y su duración.

Generalmente vienen con más de una salida por si se tiene varios sectores para regar.



De la otra forma, si tenemos que utilizar una bomba, la opción más económica es la de un timer analógico en la conexión a la corriente eléctrica.

De esta forma se encenderá cuando nosotros lo programemos. Solo recuerda que el tanque siempre debe estar con agua para que no se queme la bomba.



Conducciones:


Ya sea utilizando una bomba o no, vamos a tener que utilizar caños para conducir el agua desde la fuente hacia las macetas. 


Existen muchos materiales, pero el recomendado para esto es el polietileno de alta densidad (PEAD), comúnmente conocido como plastiducto.

Estos caños vienen en una gran variedad de medidas, para este caso se recomienda usar los de ¾ pulgadas (19 mm aprox.).

Otra opción a tener en cuenta es el PVC o caños de termofusión pero no suelen competir en términos económicos contra el PEAD, aunque su instalación es mucho más sencilla.



Para determinar la cantidad de accesorios que vamos a necesitar (codos, tees de derivación, uniones, etc.) realizaremos un bosquejo o esquema de conducción, en el que dibujaremos la cantidad de macetas a regar y la tubería para llegar a ellas, cuando tengamos que hacer un giro, una derivación o un empalme, lo señalaremos y sumaremos la cantidad de accesorios que tenemos que utilizar.

Generalmente estos esquemas se realizan en 3D para no olvidarnos de ningún elemento.

Para empalmar los accesorios con la tubería suele ser útil calentar la tubería con agua hirviendo durante unos instantes. 



Una vez que tenemos la tubería principal bien definida con sus accesorios, vamos a proceder con el siguiente pasó, la tubería de alimentación de las macetas.

Para esta tubería se utilizan tamaños más pequeños y se los conoce como microtubos.



Utilizaremos unas púas para conectar la tubería principal con los microtubos hacia las macetas, las mismas pueden conseguirse por internet aunque cada vez son más frecuentes en barracas o en sitios de venta especializados en riego.

Estas púas o conectores vienen en diferentes tamaños, lo que nos importa es su diámetro ya que con este se definirá la tubería de alimentación que vamos a utilizar.

Es muy común encontrarse con púas de 7 - 4 mm, lo que significa que sirven para microtubos de diámetro exterior de 7 mm y con diámetro interior de 4 mm, es decir microtubo de ¼ pulgadas que son los más comunes.



Para conectar las púas con la tubería principal se utilizan unas herramientas especiales que perforan la tubería con la abertura justa para que no quede floja la conexión y no haya pérdidas. Dependiendo del tamaño de las macetas, se utilizaran de 1 a 2 púas por maceta.


Existen diferentes goteros que se pueden agregar al extremo del microtubo sobre la maceta para regular el flujo de agua, aunque en mi experiencia no es necesario debido a las dimensiones del sistema y nos lo podemos ahorrar ($$$).  


Ya tenemos prácticamente todo definido, aunque falta hablar de un elemento que es sumamente importante para regular y configurar el sistema para que funcione como nosotros queremos, las válvulas de regulación



Si cuando ponemos en marcha el sistema y vemos que sale mucha más agua de la que queremos o si para ciertas especies en particular necesitan menos cantidad de agua, basta con cerrar o abrir las válvulas ubicadas en la tubería principal para redireccionar el flujo de agua como nosotros queramos.

Para esto es necesario ubicar previamente las válvulas en donde sean necesarias, generalmente luego de la bomba (para controlar el flujo general de la instalación) y luego de una derivación (para controlar individualmente esa “rama” de la instalación), obviamente depende de cada instalación en general y de cómo tengamos ubicados a nuestros árboles.


Llegamos así al final de este posteo, en donde pudimos definir las bases para un sistema de riego para balcón o espacios reducidos. Espero que les haya sido de utilidad y disculpen si no se detalla algún aspecto en particular ya que es prácticamente imposible entrar en detalle en cada elemento.

Sin embargo a aquellos curiosos que quieran saber más o tengan alguna duda, los invitamos a comentar debajo las mismas así como también aportes que quieran realizar. 


Para realizar los cálculos con exactitud es necesario contar con un ingeniero civil o agrónomo para obtener un producto final garantizado.




Juan Pablo Debone


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