domingo, 11 de septiembre de 2022

NUESTROS BONSAIS Y EL CLIMA


Hola Bonsaistas, en nuestro país no hay climas extremos, pero el calor últimamente se ha vuelto bastante peligroso para nuestros árboles.
La idea de este artículo surgió a raíz de una pregunta de una amiga, se muda a una zona donde los inviernos son muy crudos, y quería sugerencias para ver cómo puede proteger sus bonsáis.

Ante todo, tenemos que tener en cuenta que aunque tengamos en nuestras colecciones especies autóctonas acostumbradas al clima de nuestra zona, los bonsáis están en macetas muy pequeñas lo que les hace menos resistentes a condiciones extremas. 
No debemos olvidar nuestra ubicación, en la misma zona separados por pocos kilómetros, un aficionado puede tener que proteger sus bonsáis y otro no, depende de si estamos muy expuestos o muy protegidos.



Frío

No es lo mismo la resistencia al frío o al calor de un árbol en un bosque o un páramo que en un tiesto. 
Por ejemplo, un pino en su hábitat natural soporta sin dificultad temperaturas inferiores a -15ºC, sin embargo, un pino bonsái, al encontrarse en un espacio reducido tendrá menor resistencia y nos tendremos que plantear protegerlo cuando las temperaturas bajen por debajo de -7º. 
Tendremos que tener cuidado con las heladas nocturnas, les pueden provocar más daños que la nieve.

No pasa nada porque caiga alguna nevada y los cubra pero si estamos en una zona donde eso sucede durante largos períodos de tiempo tendremos que plantearnos la necesidad de tener un invernadero o zona más protegida. 
Una vez que ha llegado el frío y han sentido que llega el invierno los pondremos a cubierto. 
Según nuestra zona nos puede servir ponernos debajo de un alero pero si las temperaturas bajas se prolongan durante mucho tiempo, tendremos que hacernos con un invernadero, los hay de muchos tamaños y materiales, ahora mismo en internet es fácil encontrar el modelo que se ajusta a nuestras necesidades, los hay que caben en un balcón y los grandes de jardín, seguro que alguno se ajusta a nuestro espacio.

He agrupado las especies en función de su resistencia al frío.

Nula resistencia al frío.
En este grupo están la carmona, el ficus y la sageretia. 
Tendrán que permanecer durante el final del otoño, el invierno y hasta bien entrada la primavera en un lugar protegido, un invernadero o en el interior de casa si tenemos un lugar alejado de la calefacción y bien iluminado, por ejemplo un ventanal amplio.
 Carmona

0ºC
Es la temperatura mínima que soportan, por ejemplo, el boj y la pistacia lentiscus, si la temperatura no baja muchos grados más bastará con tenerlos en una zona resguardada, un alero servirá.

 Granado

-1ºC
El único de este grupo es el punica granatum, si el frío es seco aguanta bien. 
Si sigue bajando la temperatura lo pondremos en un lugar resguardado.
 Azalea

-2ºC
Un grado por debajo del granado, resisten el ligustro, azalea y podocarpus, la azalea aguantará temperaturas incluso más bajas si el clima es seco.

 Acer

-3ºC
Celtis, acer palmatum, boj microphylla, criptomeria, serissa y stewartia. 
Resulta llamativo que la serissa aparezca incluida en este grupo,se trata de una especie tropical y es el árbol, junto con la Carmona, que más fácilmente muere en manos de un novato, al llegar el frío pierden muchas hojas, pero según mi experiencia si están bajo un alero aguantan hasta -5ºC

 Prunus

-5ºC
Es el grupo más numeroso, la mayoría de los de este grupo resistirán perfectamente sin moverlos de su sitio los días de mucho frío: prunus mume, acer buergerianum, camelia, cotoneaster, chaenomeles, juníperus chinensis y rigida, chamaecyparis, fagus, malus, ulmus, zelkova serrata, picea y taxus.
Si además es un frío seco las azaleas aguantarán perfectamente. En el caso de los juníperus el frío extremo puede ocasionarles un amarronamiento de las acículas pero no es grave, en el caso de los tejos las hojas pueden adquirir un tono rojizo, pero no tendrá consecuencias para el bonsái.

 Pinos

-7ºC
En el grupo de los que más aguantan están los pinos, aguantarán perfectamente las nevadas y las bajas temperaturas pero si la situación se prolonga puede ser conveniente bajarlos de sus estanterías y ponerlos en el suelo.

En la tabla que he preparado los tienen ordenados por orden alfabético


No debemos olvidar el riego, en esta época disminuyen las necesidades de agua de los bonsáis, regaremos menos y es aconsejable hacerlo a media mañana, cuando la helada nocturna haya desaparecido. 
En los lugares donde llueva mucho durante muchos días seguidos a veces es recomendable inclinar la maceta usando una cuña o simplemente una piedra, para evitar que el agua se encharque.

Una vez veamos que terminan las heladas iremos sacándolos poco a poco para que reciban el sol de primavera.


Calor

Es muy recomendable usar mallas de sombreo para evitar los días más calurosos de verano. 
Tendremos que tener en cuenta que cualquier protección deberá estar a una distancia mínima de 50 cms, al elegir la malla tendremos en cuenta los diferentes espesores que se encuentran en el mercado, unas dejan pasar más luz que otras.

Iremos sacando los bonsáis del lugar donde hayan pasado el invierno paulatinamente, es conveniente que si han estado en el invernadero primero los tengamos unos días debajo de un alero y luego ya los pondremos sin protección.


Primavera

La carmona la pasaremos bajo la malla de sombreo recién llegada la primavera, evitaremos que el sol le queme las hojas. Las hayas las pondremos en esa zona un poco después y a finales de la estación pondremos bajo la malla las azaleas.


Verano

La sageretia y la serissa pasarán todo el verano bajo la malla. 
Sin embargo, la stewartia con estar protegida los primeros días de sol bastará, luego aguantará perfectamente a pleno sol. 
El prunus mume y el chaenomeles no los protegeremos demasiado pronto o nos arriesgamos a que la floración del próximo año sea menos abundante. 
Los acer agradecerán el sol de primavera pero cuando empiece el verano es aconsejable pasarlos bajo la malla o sus hojas, sobre todo las del acer palmatum, se quemarán.
En el extremo opuesto, los que no necesitan la protección de la malla, ficus y pinos, aguantan perfectamente el calor. 
Los taxus agradecerán una ligera protección en las horas de más calor.
El grupo más numeroso lo componen los que necesitan protección los días de calor más intenso, aligustre, celtis, Boj, camelia, carpe, cotoneaster, criptomeria, juníperus chinensis y rígida, chamaecyparis, malus, olmos, zelkova serrata, pistacia lentiscus, y podocarpo.

Si el calor es extremo nos podemos plantear instalar un sistema de nebulización del agua que los refresque en las horas en las que las temperaturas alcancen valores demasiado altos.

El riego será uno de los puntos más importantes en verano, regaremos por la mañana temprano y vigilaremos por si necesitan un segundo riego después de las horas de más calor.



Viento

El caballo de batalla de muchos aficionados, si el viento nos da de lleno tendremos que tomar precauciones, si sopla muy fuerte alguno de nuestros bonsáis puede acabar en el suelo, hay aficionados que atan las macetas a los bancos y pedestales usando alambre o gomas, otros ponen piedras grandes en los tiestos para evitar que vuelquen. 
La opción más conveniente es instalar estructuras paravientos, al igual que en el caso de los invernaderos en internet podemos encontrar diferentes modelos y tipos. 

Uno de los inconvenientes del viento es que si es constante limitará mucho las variedades que podemos tener, por ejemplo los acer no aguantan bien en estas condiciones. 
Otro de los inconvenientes del viento es que seca los sustratos, trataremos de encontrar el sustrato o mezcla de sustratos que mejor nos funcione a cada uno. 
Esto nos lleva a tener que vigilar el riego de nuevo.


Granizo

El peligro son las hojas rotas y las ramas dañadas, es complicado si tenemos los bonsáis en el exterior evitar los daños, porque suele caer sin avisar. 
En este caso mi consejo es cruzar los dedos, y que los daños no sean irreparables.



Ante todo no debemos agobiarnos, si las condiciones en nuestra zona no son extremas, bastará que en invierno los protejamos bajo un alero, que en verano procuremos evitar que les dé el sol más fuerte y si hace mucho viento podemos bajarlos al suelo. 
Los árboles poco a poco se acabarán acostumbrando a su ubicación y soportarán sin demasiados problemas las inclemencias del tiempo.

La temporada de calor extremo influye en los bonsáis. 

Riego y sombra 

Es difícil cultivar árboles de áreas frías como en áreas cálidas y viceversa. 
Es necesario regar dos veces al día y proteger del calor con una malla de sombra al 50%.

El rocío de la mañana y de la tarde es importante para el bonsái. Pero son pocos en verano por lo que requiere un riego cuidadoso. Además, el trasplante también es importante para un buen drenaje del agua después de regar en la estación cálida.

Para los árboles, es difícil sobrevivir a la estación cálida. 
Se dice que una vez que los viejos árboles pierden la energía, es difícil recuperarla. 
Así que el cuidado de la temporada de calor es difícil incluso para los artistas del bonsái.

CONSEJOS PARA REGAR EL BONSÁI EN VERANO
Regar el bonsái en verano adecuadamente: evitar el exceso

3 FORMAS DE REGAR EL BONSÁI EN VERANO: 
RIEGO CON REGADERA, 
POR INMERSIÓN 
PULVERIZACIÓN

Es importante entender que, en los meses de verano, nuestra planta se encuentra en un relativo periodo de descanso. 
Como consecuencia del calor, el bonsái cierra sus estomas y frena, así, la circulación de savia desde las raíces hacia las hojas. Este mecanismo natural permite minimizar el esfuerzo de crecimiento para evitar, con él, la pérdida de agua. 
De ahí que, independientemente de que nuestro riego sea constante y regular, no será en esta época cuando veamos crecer a nuestra planta.


Y si entender cómo es la planta es vital, no lo es menos ser regulares con su hidratación. 
Regar el bonsái en verano debe ser una tarea diaria y sin excepciones. 
Un solo día de olvido puede comprometer seriamente la salud de la planta, sobre todo si se trata de un bonsái que esté situado en exterior.

Regar el bonsái en verano adecuadamente: evitar el exceso
Uno de los errores comunes en lo que respecta a regar el bonsái en verano es el exceso de agua. 
De la misma manera que el resto del año, el sustrato de estas plantas debe estar húmedo de manera regular.
Algo que no podemos confundir con estar encharcado. 
De hecho, aunque creamos que así el bonsái puede hidratarse mejor, le estaremos haciendo un flaco favor. 
Estos pequeños árboles son sumamente sensibles al exceso de agua.

Por eso, es fundamental utilizar un sustrato para bonsáis. 
Algo que no es secundario, ya que este tipo de tierras son especialmente drenantes y facilitan la evacuación de agua. 
Sin embargo y a pesar de ello, no podemos someter a nuestro bonsái a ningún encharcamiento. 
Independientemente de ella, el exceso de agua solo procura que las raíces no se oxigenen correctamente y, por tanto, corran el peligro de pudrirse.
 
Conocidos los peligros por el exceso de agua, veamos tres maneras recomendables para regar el bonsái en verano. 
Tres maneras que podemos combinar, ya que no son excluyentes entre sí. 
Es más: lo ideal es poder alternarlos para adecuarnos, así, a las necesidades propias de la planta.

Veamos, pues, los pros y contras de estas tres formas de regar el bonsái en verano:


Regadera para bonsáis

Para un riego diario, lo ideal es contar con una regadera para bonsáis. 
Con regadera: utilizando siempre una específica para bonsáis. 
Se caracterizan por tener agujeros finos, que permiten un riego delicado y moderado. 
Lo ideal es que reguemos a conciencia tanto el tronco como las hojas, controlando siempre que el exceso de agua se elimine por los agujeros del drenaje

Por inmersión: un buen método, sobre todo, para momentos de mucho calor. 
Como su nombre indica, sumergiremos la planta hasta rebasar la superficie de la tierra. 
Las burbujas nos indicarán que el agua está penetrando correctamente en el sustrato. 
Es más: ellas serán la guía para saber cuándo administrar este tipo de riego. 
Si vemos un buen número de burbujas, es que el sustrato no estaba tan húmedo como debería. 
De lo contrario, pocas burbujas nos estarán indicando que nuestra planta no demanda tanta agua. 
No es recomendable que dejemos la planta sumergida durante más de 5 minutos y, guiándonos por el número de burbujas, administrar el tiempo de riego

Vaporizador para bonsáis: ideal para mantener la hidratación de las hojas del bonsái. 

Pulverización: un sistema que no podemos considerar riego estrictamente, sino que es un complemento realmente para los anteriores. 
El calor reseca el ambiente, por lo que pulverizar las hojas de manera regular será una manera de hidratarla también. 
La idea no es empapar la planta, sino únicamente humedecer sus hojas. 


Y, para ello, lo ideal es utilizar un pulverizador que simule la lluvia. 
Delicado y fino. 
Perfecto para estas plantas

Fernando Gatto

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