miércoles, 19 de abril de 2023

ABONO ORGÁNICO CASERO




Abono orgánico: qué es, tipos, beneficios y cómo hacerlo

A día de hoy, son muchos los que optan por usar cultivos estrictamente orgánicos para no perjudicar al medio ambiente y que sus árboles se desarrollen mejor y más sanos. 
Si quieres tener tus plantas lo más fuertes y sanas posibles, el uso de abono orgánico es una gran opción, que cobra especial importancia en plantas delicadas y en suelos áridos o escasos como el caso de una maceta para bonsai.

Abono orgánico: qué es?

El abono orgánico es en realidad un término general que se refiere a cualquier material de origen animal o vegetal que pueda usarse para aportar nutrientes y mejorar la fertilidad de los suelos. 
Simplificándolo mucho, podemos decir que un abono orgánico es una sustancia hecha con residuos o deshechos vegetales o animales que hace nuestro sustrato mejor para los árboles.

Sin embargo, no es tan sencillo como mezclar cualquiera de estos residuos con el sustrato o arrojarlos sobre el. 
Los abonos orgánicos deben prepararse adecuadamente o pueden resultar perjudiciales para nuestros árboles.

Tipos de abono orgánico

Hay una gran cantidad de tipos de abonos orgánicos y formas de elaborarlos, sin embargo, en este artículo vamos a dejar de lado los industriales para centrarnos en los tipos más comunes de abono orgánico que puedes elaborar y utilizar en tus propias macetas.

Compost: 
El compost es el más básico de los abonos orgánicos y también uno de los más utilizados por lo fácil que resulta obtenerlo. 
Para preparar compost sólo se necesitan residuos vegetales y un lugar en que fermentarlos durante de 3 a 5 meses


Humus de lombriz: 
Este es uno de los abonos más ricos en nutrientes que hay. 
También es muy popular ya que para producirlo solo es necesario hacerse con las lombrices adecuadas. 


Cenizas de madera: 
Si tienes una estufa a leña en casa, guarda las cenizas de la madera quemada. 
Diluidas en agua, son un excelente aporte de fósforo y potasio para el suelo.


Borra de café: 
Los más cafeteros pueden sacar doble partido a su bebida favorita si aprovechan los restos del café, ya que mezclados con la tierra aportan una gran cantidad de nitrógeno, que las plantas agradecerán.


Cáscaras de huevo: 
Molidas lo más finamente posibles, las cáscaras de huevo trituradas y espolvoreadas alrededor de la base de las plantas pueden ayudar a mantener alejadas a algunas plagas, como caracoles y orugas, además de enriquecer el suelo.


Ramas y hojas trituradas: 
Los restos de poda y las hojas caídas, adecuadamente trituradas y esparcidas, también son una gran fuente de nutrientes para la tierra.


Estiércol: 
Esto no es nada nuevo, el estiércol ha sido siempre uno de los fertilizantes más usados. 
Sin embargo, los residuos animales deben compostarse antes de poder usarse como estiércol, y deben provenir de animales que no hayan sido alimentados con antibióticos.


Bokashi o bocashi: 
Esta es una variante del compost usada tradicionalmente por los campesinos japoneses, y tiene su principal ventaja en que su elaboración es mucho más rápida que la de este, ya que se puede completar en unas dos semanas. 
Sin embargo, tiene la desventaja de requerir de gallinaza, a la que no todo el mundo tiene acceso.

Beneficios del abono orgánico

Los beneficios que el abono orgánico aporta al suelo son muchos, pero los principales y más importantes son los siguientes: 

Mejora de las características del suelo, tanto los nutrientes que contiene, como su acidez y su capacidad de retención de agua. 
El abono orgánico ayuda a recuperar suelos muy explotados, e incluso a largo plazo sus efectos son más que notorios.

Resistencia a enfermedades y plagas, al fortalecerse los organismos microscópicos del suelo con el aporte de nutrientes, hacemos el suelo, y por tanto también las plantas, más resistentes al ataque de muchas plagas.

Es totalmente sostenible, la elaboración de abono orgánico implica el reciclado de sustancias y productos que de otra forma se tirarían, por lo que es una forma ecológica de fortalecer tus plantas.

Cómo hacer abono orgánico casero

Hacer abono orgánico en casa es muy sencillo. 
Para ello sigue estas indicaciones y ayudarás fácilmente a tu plantas.
Elige un lugar en que elaborar el compost. 
Sirve un agujero en el suelo del jardín, una caja apartada o incluso un recipiente de dimensiones adecuadas. 
Es importante que, en este último caso, no lo tapes y disponga de ventilación.
Reúne tus residuos orgánicos. Lo ideal es que te limites a residuos de origen vegetal, ya que usar carnes o excrementos podría atraer moscas y otras plagas indeseadas, así como malos olores.
Pon una capa de residuos orgánicos verdes o frescos, seguida de una capa de residuos secos, ramitas caídas, hojas secas y por último una capa de tierra. 
Puedes ir añadiendo más capas así a medida que dispongas de más residuos.
Remuévelo una vez por semana, y si vives en un clima muy seco o caluroso, humedécelo ligeramente de vez en cuando, pero siempre sin encharcarlo. 
Una señal de que la producción de tu compost va bien es que debe oler a tierra mojada y no a putrefacción ni a nada desagradable.

Si sigues estos pasos, en unos tres meses en verano o cinco en invierno tendrás tu compost listo para añadir a cualquier sustrato.
Fernando Gatto

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