martes, 18 de abril de 2023

TIPOS DE COMPOST



Hola Bonsaistas, hablemos de el compost, como hacerlo, variedades y para que sirve.

Pocas cosas reflejan tan bien el ciclo de renovación natural como el uso de los diferentes tipos de composta orgánica. 
Gracias a la elaboración del compost, podemos reciclar muchos de nuestros residuos orgánicos obteniendo además un producto natural y ecológico que ayudará a nuestras plantas a crecer más y mejor.

Qué es el compost y para qué sirve

El compost es un abono orgánico y ecológico para plantas que se produce mediante la degradación de residuos orgánicos de distintos tipos. 
Es decir, al elaborar compost transformamos nuestros deshechos como restos vegetales de la cocina, o restos de poda del jardín, en un producto cuya composición permite que las plantas absorban sus nutrientes por las raíces, al ser incorporados a la tierra.

Las plantas, sobre todo las que se cultivan en maceta, agotan los nutrientes a su alcance en la tierra o sustrato y necesitan de un aporte extra que les permita seguir creciendo sanas. 
Usar compost casero es una alternativa más barata que adquirir fertilizante o abono químico sintetizado y, además, resulta un método ecológico y sostenible. 
Por tanto, podemos decir que el compost sirve para aportar más nutrientes a las plantas.

Tipos de compost

Como resumen, podemos decir que estos son los tipos de compost ecológico más usados:

Compost común: de montón, de superficie, de compostadores e industrial.
Vermicompost o humus de lombriz.
Bokashi, bocashi compost o compost japonés.

El compost común y sus tipos

Se entiende por compost común el sistema más habitual y sencillo de hacer composta casera. 
Hay distintos métodos en su elaboración, que dependen principalmente de la forma o lugar en que apilamos la materia orgánica para que se descomponga. 
A la hora de elaborar este tipo de compost es importante mantener una correcta proporción en los distintos tipos de residuos, que habitualmente se separan entre húmedos y secos o bien, entre ricos en carbono o ricos en nitrógeno. 

Si el compost parece demasiado graso o desprende olores fuertes, lo más probable es que contenga demasiados residuos ricos en nitrógeno. 
En cambio, si la mezcla es de descomposición excesivamente lenta, probablemente se deba a un exceso de materiales ricos en carbono. 
Estos son los diferentes tipos de compost común:

Compost común en montón


Este es uno de los métodos más usados por personas que disponen de jardines o terrenos de gran extensión. 
Consiste en apilar directamente y sobre el suelo capas alternadas de materiales orgánicos secos y húmedos. 
Lo habitual es cubrir el montón con paja o algún otro material parecido, e ir añadiéndole agua según este la precisa para mantener unos niveles adecuados de humedad y calor. 
Se hace necesario también remover el montón regularmente para airearlo.

Compost común en superficie

Este es un método que permite la elaboración y aplicación del compost en un único proceso. 
En él se aplica la materia orgánica directamente sobre la tierra cultivada, como se hace en los métodos de abono verde o de acolchado. 
Así, conforme la vida microbiana y los insectos van descomponiendo la materia orgánica, los nutrientes se filtran directamente al suelo, enriqueciéndolo.

Compost común en cajas o compostadores



Es uno de los métodos más utilizados por aficionados a la jardinería o la horticultura de forma no profesional. 
Su principal ventaja radica en su sencillez, pues solo hay que adquirir uno de los muchos modelos de compostadores o composteras que existen a la venta. 
Estos están optimizados y acostumbran a incorporar instrucciones de uso para hacer más sencilla la elaboración del compost.

Compost industrial



También existe el compost industrial, que requiere de instalaciones con unas tuberías que aportan oxígeno a la pila de materia orgánica y extraen el dióxido de carbono producido, acelerando así en gran medida el proceso.

Vermicompost o humus de lombriz



También llamado humus de lombriz, el vermicompost es uno de los abonos ecológicos de efecto más beneficioso para las plantas y las propiedades del suelo, tanto a nivel de nutrientes como de carga microbiana beneficiosa. 
De hecho, resulta especialmente útil en microorganismos, que se asocian con las raíces de las plantas y las protegen de elementos patógenos como hongos y bacterias.

El vermicompost se elabora principalmente con lombrices rojas de California, apreciadas por su gran voracidad y su capacidad de consumir prácticamente cualquier resto orgánico vegetal, excepto los de cítricos y productos de la familia de los ajos y cebollas.

Para su obtención solo hay que adquirir algunas de estas lombrices y una vermi-compostadora, que también puede fabricarse en casa sin demasiados problemas. 
En cuanto empecemos a aportarles materia orgánica nuestras lombrices no tardarán en multiplicarse y generar el vermicompost. 

Bokashi o compost japonés



El bokashi o bocashi compost es un tipo de compost que tiene su origen en Japón, por lo que también se le conoce como compost japonés. 
Los agricultores de arroz de este país lo desarrollaron como una forma de aprovechar sus residuos y deshechos de forma productiva para sus cultivos.

Su principal ventaja respecto al compost común es que el proceso de descomposición es mucho más rápido. 
Esto es gracias a que se le añade un cultivo de microorganismos que se prepara con agua, melaza y levadura. 
Además, el bokashi lleva también gallinaza o avicompost entre sus ingredientes, así como cenizas, cáscaras de arroz y carbón vegetal, aunque algunos de estos materiales son sustituibles por otros.

Fernando Gatto

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