lunes, 14 de febrero de 2022

LA CARMONA



Hola Bonsaistas

Retomamos los artículos sobre las especies mas comunes en Bonsai, esta vez le toca a la Carmona, Ehretia buxifolia,  Ehretia microphilla Lam.,  Carmona microphilla Lam.

Son los nombres botánicos de este pequeño arbusto, y los nombres comunes: Árbol del té, Árbol del té de Fuki-en, Té de Filipinas.
 
Carmona es un género de plantas con flores de la familia de las borrajas , Boraginaceae. 
Los miembros del género se conocen comúnmente como scorpionbush .

Carmona retusa, árbol de té de Fukien se usa en bonsái debido a su capacidad para desarrollar un tronco grueso e interesante, pequeñas flores blancas que florecen casi todo el año y pequeños frutos redondos de color verde, rojo o negro. 
Las hojas lobuladas son de color verde oscuro brillante y mantienen su pequeño tamaño y está representado por unas 50 especies de arbustos perennes y caducos distribuidos por las zonas con clima tropical y subtropical de Asia, África, Norteamérica y Caribe.
 
Algunas de las especies más importantes de este género son:

Ehretia anacua



Ehretia elliptica


Ehretia buxifolia = Ehretia microphilla Lam. 


Ehretia dicksoni Hance


Ehretia thrysiflora


Ehretia cymosa.


Ehretia latifolia D.C.

Ehretia macrophylla Wall.


Frutillo, lambimbo, manzano, namimbo, naranjillo, palo verde, Ehretia tinifolia L.


Ehretia cordifolia B. L. Rob.

Las principales características son de arbusto perenne, de crecimiento lento y aspecto de árbol.
Tronco con la corteza algo rugosa y agrietada con los años, de color gris-marrón.
Hojas pequeñas, alternas en grupos de 3 o 4, de color verde brillante, más claras en el envés, ovales y trilobuladas, dispuestas de forma muy apretada, recordando a las hojas del boj.

Flores pequeñas de color blanco, con 5 pétalos y en forma de estrella, aparecen terminales en las ramas y tallos jóvenes. 
La floración se produce durante la primavera y el verano, aunque si las condiciones ambientales y de cultivo son favorables y adecuadas a sus necesidades puede florecer durante casi todo el año, es decir, calor y elevada temperatura, por encima de los 20ºC de forma constante, incluso por la noche.
Su fruto es una pequeña esfera de color rojo cuando está madura y de sabor ácido, aunque hay variedades con sus frutos de color negro.
Es una especie muy utilizada en China y Taiwán, pero poco empleado en Japón. 
El pequeño tamaño de sus hojas y el color de sus pequeñas flores blancas le dan un carácter de árbol en miniatura ideal para modelar como Bonsai.
 
Su cultivo presenta algunas dificultades para adaptarse en los climas con estaciones frías y ambientes secos, pero que siguiendo los consejos de esta ficha se solucionan sin mayores contratiempos que los de otra especie de origen tropical o subtropical.
 
Situación
 
Durante el final de la primavera, el verano y comienzo del otoño, debe ser exterior, es decir, durante la época cálida y templada del año, debe colocarse a pleno sol, sólo protegido durante los momentos de máximo calor. 
Por ejemplo, en un lugar parcialmente sombreado y fresco, pero muy bien iluminado. 
Una situación algo soleada, pero no en exceso, favorece la floración.
 
Debido a su origen, debe protegerse de las temperaturas bajas en invierno, otoño y primavera, situándola en el interior de casa o en un invernadero, con mucha luz y sin que la temperatura baje de los 10-15ºC, ya que el frío detiene su crecimiento a partir de los 18ºC e incluso puede llegar a morir por debajo de los 5ºC.  
Es muy sensible a variaciones bruscas de temperatura, iluminación y humedad, de las que no se recupera fácilmente.
 
Una ventana al sur dentro de casa o un invernadero soleado o con algo de calor le proporcionarán la luz y calor suficientes, pero evitando el sol directo a través del cristal y/o la calefacción, ya que el ambiente seco y excesivamente caluroso le afectará negativamente. 
 
Una vez encontrado su emplazamiento más adecuado, no conviene moverla de sitio porque se resiente con los traslados, sobre todo si son frecuentes, es muy sensible a los cambios de temperatura y humedad.



Riego y abono
 
Los riegos deben ser cada vez que se seque la superficie de la tierra, haciéndolo a fondo, es decir, hasta que salga abundante agua por los agujeros de drenaje, evitando el encharcamiento permanente de la tierra, para evitar un exceso de humedad que pudra sus raíces.
 
No tolera la tierra totalmente seca entre riego y riego, ya que no aguantan mucho tiempo la falta de agua.
 
No hay que pulverizar las hojas ni mantener ambientes excesivamente húmedos de forma artificial porque correremos el riesgo de que aparezcan hongos, pero agradece un cierto grado de humedad en el ambiente, por tanto, si decides pulverizar, hazlo con mucha precaución y siempre que no te hayas olvidado de aplicar los correspondientes tratamientos fungicidas de primavera y otoño. 
Nunca lo hagas con el árbol en floración ya que sus flores se marchitarán prematuramente.
 
Abonar con frecuencia con un abono orgánico de calidad, especialmente durante la época de crecimiento vigoroso, es decir, desde la primavera hasta el otono. 
Durante el invierno y la época más calurosa del verano debe reducirse la cantidad de abono porque son épocas con escaso o nulo crecimiento.
 
Podemos ayudar a reducir el tamaño de las hojas, además de con una buena exposición exterior a pleno sol con el suministro de abonos ricos en fósforo (P) y potasio (K) y sin nitrógeno (N) para no fomentar el desarrollo de sus hojas.
 
No debemos olvidar que no podemos:
- abonar un árbol trasplantado, hay que esperar a que brote.
- regar un árbol cultivado en el exterior después de una helada o cuando haya riesgo de heladas.
 
Trasplante
 
En primavera, cada 2 o 3 años, antes de que comience la brotación del año.

Durante el trasplante conviene sanear bien cualquier parte de raíces podridas y podar las ramas no deseadas para reducir su copa. 
Si la poda de raíces es muy grande, convendría quitar hojas en la misma proporción que las raíces eliminadas, pero es preferible no cortar demasiadas porque es muy sensible a una poda masiva.

Una buena mezcla de sustrato para la carmona podría ser un 30% de arena de grano grueso o material equivalente (pedregullín, etc.), 20% de turba y 50% de mantillo, o cualquiera de las mezclas preparadas que podemos encontrar en las tiendas especializadas. 
En todo caso, no tolera un exceso de cal, lo que le provoca clorosis y agradece un alto contenido en materia orgánica.
 
Es conveniente proteger el árbol después del trasplante durante un par de meses, situándolo en un lugar muy bien iluminado pero evitando la exposición directa al sol.
  
Poda
 
Se puede podar durante todo el año para mantener el diseño, pero lo preferible será hacerlo durante el final del verano o a finales del invierno. 
Brota bien de la madera vieja y soporta podas drásticas, pinzados y defoliados. 
No obstante, su crecimiento suele ser lento, por lo que las podas deberían ser ligeras.

Si podamos durante el invierno, deberemos tener en cuenta que, si no queremos perder la floración, hay que fijarse en que las flores se desarrollan al final de las ramas del año anterior.
 
Conviene eliminar las flores marchitas para evitar la aparición de hongos.  
Los brotes nuevos del año pueden podarse a 2 o 3 hojas durante el período vegetativo.
 
No obstante, las ramas no deseadas o secas pueden eliminarse en cualquier momento. 
En cualquier caso, nunca hay que podar drásticamente, si el árbol no está sano y vigoroso.
 
La forma de emplear la poda como técnica de modelado es dejar crecer las ramas y podar en función de la dirección deseada. 
La carmona puede ser modelada casi en cualquier estilo, pero los más frecuentes son: Hokidachi o escoba y Kengai o cascada.
 
Además de podar para modelar, hay que podar para conseguir una estructura que permita la llegada de la luz a todas las ramas y las todas hojas puedan realizar la fotosíntesis.

En general, debemos quitar:
todos los brotes de la base del tronco,
las ramas que se cruzan,
las ramas opuestas,
las ramas que crecen muy verticales o que lo hacen hacia el interior del tronco.
 
Entre la poda de ramas y el trasplante (o viceversa) debería existir un intervalo mínimo de tiempo para no acumular demasiadas operaciones agresivas a la vez, por ejemplo, 3 semanas.
 
Por último, recordar que la poda, el pinzado o la defoliación sólo se deben realizar si el árbol está sano.



Alambrado
 
Se puede alambrar en cualquier época, pero es preferible aprovechar alguna poda, con cuidado de no dañar la corteza y vigilando las marcas del alambre sobre el tronco y ramas, pero  es mejor realizar su modelado mediante la poda debido a que la densidad de su follaje perenne y rigidez de sus ramas suele dificultar esta tarea.
 
Enfermedades y parásitos más comunes
 
La Carmona es especialmente sensible, sobre todo si se cultiva todo el año en el interior de un invernadero o de una casa.

Clorosis: 
Amarillamiento de las hojas provocado por la falta de hierro y manganeso, que afecta a la formación de la clorofila y, por tanto, al crecimiento de la planta por imposibilidad de realizar la función clorofílica de forma adecuada.

Cochinilla: 
Insecto chupador de savia de forma plana. 

Mosca blanca: 
Insecto chupador de savia que suele concentrarse en el revés de las hojas nuevas y tiernas.

Pulgón: 
Como la cochinilla, es un insecto chupador de savia generalmente de color marrón o negro, de unos 3 mm de longitud y agrupado sobre los brotes tiernos y en colonias muy densas protegidas por hormigas que recogen los restos melosos que secretan éstos.

Araña roja: 
Pequeño ácaro que ataca en ambientes secos y calurosos mal ventilados y que produce un debilitamiento progresivo sobre la planta. 
Las hojas amarillean y se observan pequeñas picaduras. 

Hongos: 
Un problema muy frecuente suele ser la podredumbre de las raíces o de la base de su tronco a causa de los hongos, generalmente acentuado si se cultiva en el interior debido a que la tierra se seca más lentamente. 
Este problema se soluciona fácilmente regando adecuadamente, es decir, dejando secar la superficie de la tierra entre riego y riego. 
En el caso de detectar el problema, el tratamiento debe ser sistemático con un fungicida.

Amarillamiento y caída de hojas: 
Debido a un exceso o defecto de riego, a un cambio repentino de temperatura y/o iluminación. 

En cualquier caso, debemos recordar que si necesitamos emplear algún tratamiento fitosanitario, éste debe ser específico contra la plaga o enfermedad y constante en el tiempo hasta eliminarla completamente.
 
En el caso de la Carmona, ésta es muy sensible a los insecticidas por lo que lo más recomendable es utilizar los insecticidas menos agresivos y en las dosis más bajas posibles, y en ningún caso utilizar diazinon porque mataremos al árbol.
 
Reproducción
 
Se puede reproducir con facilidad mediante:
Esquejes semi-maduros, de 1 año, con unos 10 mm. de diámetro y 10 cm. de longitud, recogidos entre mediados y finales del verano, plantados directamente en macetas con turba y calor de fondo a unos 181C y humedad ambiental elevada, pero sin regar en exceso. 
La ventaja de este sistema es que se pueden obtener ejemplares exactamente iguales al original.
Si utilizamos hormonas de enraizamiento sobre los esquejes, obtendremos mejores resultados.
 
Curiosidades
 
La Carmona (Ehretia buxifolia), debe su nombre científico al botánico alemán Georg Dionysius Ehret (1708-1770) y al término latín buxifolia, refiriéndose al parecido de sus hojas con las del boj, como hemos dicho anteriormente. 
No obstante, entre los aficionados y comercios especializados, es mucho más conocida por Carmona microphilla.

 


El nombre común de Árbol del Té de Fuki-en con el que se le conoce popularmente en Asia, es debido a la provincia China de Fukien.
 
La carmona es tan popular en China que incluso se han emitido sellos chinos con esta especie.
Fernando Gatto

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